¿No deberías estar cuidando el ganado? || Rebeca Cross

El aire fresco y puro del Distrito 10 me recibía vigorosamente. Hacía bastante tiempo que no respiraba un aire como aquel ya que normalmente todos los distritos tenían grandes industrias para procesar su materia principal, así que el aire no siempre era puro; eso incluyendo a mi distrito. A pesar de todo el distrito 10 era uno de los pocos que se mantenían casi “naturales”, en especial porque su actividad principal era la ganadería; claro que había fábricas en donde llevaban a los animales para convertirlos en nuestro alimentos, pero al menos el aire no olía a carbón, metal o a ese tipo de materiales. Esa era una de las tantas razones por las que odiaba el Distrito 12, siempre con ese olor tan desagradable, todos sus habitantes vestidos con ropa llenas de manchas negras gracias al carbón, era simple y sencillamente visitar ese distrito. Normalmente yo no era de esos que “amaban” viajar de distrito en distrito en tren y mucho menos a uno tan lejos de mi hogar. Sin embargo no me había podido resistir, recientemente ya había viajado a otros distritos, en los cuales me había encontrado con alguno que otro conocido y en donde había encontrado algo de diversión – no lo iba a negar-, por lo que necesitaba ver algo nuevo.

La rutina no era mi mejor amiga y era aburrido ver lo mismo una y otra vez. El Distrito 10 no era ni mi favorito ni mi menos preferido; tenía ese aire puro pero también me molestaba el sonido constante de los mugidos del ganado de las granjas. La gente –a comparación de otros distritos- se veía sana y fuerte, no creía que fueran de esos que se enfermaran con cualquier cosa. ¿Qué más podía esperarme? Criaban al ganado… seguramente tenían carne de a montón en sus casas. Para mi suerte o desgracia, tenía a una buena amiga en aquel distrito: Rebeca Cross, una chica menor que yo, de 15 años y ojos bastante expresivos. Ella era uno de esos “lujos” que me permitía tener, una chiquilla que me había caído bien desde el principio y por lo tanto me sentía en la necesidad de protegerla por alguna extraña razón. Era como esa hermana menor que nunca tuve en la vida, esa que mis padres no me habían dado gracias a cualquier dios existente. Si de por sí, Rebecca me hacía sentir débil, no podía imaginar que sería si yo en realidad tuviera una hermana, a la cual tuviera que defender de todos y sobretodo de lo que se avecinaba: La Cosecha para los Juegos del Hambre. En eso estaba pensando cuando me encontré en la plaza del Distrito 10, con mi mochila en hombros y palpando levemente el cuchillo que llevaba por dentro de mi chamarra, el cual siempre llevaba como forma de protección.

Me encontraba en la plaza , caminando sin rumbo por todo el distrito, y como siempre no me faltaba un libro en mis manos para hacer de este paseo placentero. Mire el cielo esperando que no llueva ya que no quiero interrumpir mi paseo; mientras caminaba pensaba en todas las tareas que todavía no hacia , sobre todo, pastorear a las ovejas ; tenia una lista enorme de quehaceres : cuidar el ganado , alimentar a los cerdos , pastorear a las ovejas, tareas de la escuela, cocinar y alimentar a las gallinas .


Lo que mas odio en todo el mundo es no vivir en otro distrito, ya que, aunque adoro el aire puro, la naturaleza y los animales, odiaba hacer todas aquellas tareas y lo peor es que por ser hija única y solo tener a mi padre como mi única familia, me tocaba hacer todo eso sola ; aunque creo que lo peor no tener muchos amigos con quien hablar ... me hace sentir solitaria. De repente me acorde de alguien, una persona que había conocido hace un tiempo, y que le causaba muchas molestias, es como un hermano mayor quien siempre te molesta ,nunca te dejara tranquila y con el que siempre tienes muchas peleas ; Runyon A. Flamsteed , así se llama el chico al que considero un gran amigo, aunque no es de mi distrito, es del distrito 2 y debo decir que es un luchador invencible , nunca había visto una persona que pudiera manejar los cuchillos así , pero supongo que es normal en su distrito, el me había contado que su padre lo entrenaba desde muy pequeño por si los juegos del hambre regresaban; otra cosa de que preocuparme : los juegos del hambre; me daba pánico de solo pensar en ello.

Seguí caminando mientras leía--si leo mientras camino y no; no tropiezo con nadie, digamos que tengo buenos reflejos--; caminaba y de repente me di cuenta de haber visto a alguien familiar , esa persona siguió caminando , esta vez quería estar segura de quien era , así que me dispuse a
" perseguirlo" , y luego cuando no había nadie cerca decidí hacer una pequeña broma , entonces me acerque sigilosamente y solo grite ---Boooooo--- reí como una niña pequeña--- ¿que haces aquí fortachon, no deberías estar en tu distrito jugando con cuchillos ? --- dije en forma de burla , pero con mucha alegria de ver a mi amigo.

“Los Juegos del Hambre”, era un tema con el que estaba algo traumado, para que mentir. Desde que Martial Galloway y Laurel C. Yule habían subido al poder como presidente y vicepresidenta, respectivamente, todo el mundo sabía que un gran cambio estaba a punto de ocurrir. Se podía decir que ella era una loca fanática de los inexistentes y olvidados Juegos, por lo que se esperaba que –de alguna forma- convenciera al nuevo presidente para volver a la vieja tradición de escoger dos tributos de los distritos para llevarlos a la Arena, un lugar donde lucharían a muerte por sobrevivir. No lo quería aceptar y hasta la fecha jamás lo había echo, pero mi padre también era uno de esos hombres locos que aún tenían esperanzas por que los Juegos volvieran, él había sido un fanático de los Juegos, en su juventud había querido ir a representar al Distrito 2 pero su padre jamás lo había dejado, pues era una familia numerosa y sus bocas no se alimentaban nunca. La rebelión había pasado pero él todavía conservaba las esperanzas de que el antiguo régimen de Snow volviera con algún otro presidente. Por esa simple razón él me había entrenado desde crío, queriendo que yo cumpliera su sueño por él. Yo tampoco negaba que la idea de que los Juegos fueran a volver me emocionaba aunque a veces me ponían los nervios de punta, después de todo era humano.

Seguí paseando por la plaza, una que otra vez deteniéndome en alguno que otro puesto donde vendían baratijas para ver si algo me interesaba. Seguí caminando con paso lento y despreocupado cuando de pronto sentí como alguien se acercaba a mí y el único aviso fue un “Booo” en forma de grito. No puede evitar saltar a causa de la sorpresa y del susto, ya que no me lo esperaba. Estuve a punto de llevar mi mano derecha al compartimiento interior de mi chamarra, pero me detuve al escuchar la risa algo infantil; una risa que conocía bastante bien a decir verdad. Sus grandes ojos expresivos no se hicieron esperar y me encontré mirándola fijamente, con el seño fruncido y con una mueca en la boca, no iba a mentir, no me gustaba ser sorprendido.

- Maldita sea, pequeñaja. Algún día de estos te devolveré esos tan divertidos sustos tuyos– le dije en tono más relajado y sarcástico, al mismo tiempo en que pasaba una mano por mi cabello - ¿No me puedo tomar un descanso? – le pregunté en vez de contestar a su pregunta – Pero si a esas vamos… ¿Tú no deberías estar cuidando a tus queridos animales? En vez de… - la observé de arriba hacia abajo, notando un libro entre sus manos – leer estas cosas – le dije mientras le quitaba el libro de entre las manos y hojeaba el libro sin cuidado alguno - Con esto no podrás defenderte - comenté con sarcasmo.

Se había asustado un poco, eso le pasa por no estar atento a el entorno donde se encontraba, que descuidado. Me miro fijamente, con el seño fruncido y con una mueca en la boca, yo solo sonreí con ternura para que no se enfadara , escuche lo que dijo y volví a reír , era cierto me encantaba asustar a las personas , ese es otro de mis muchos hobbys , pero mas disfrutaba asustar a Runyon, aunque lo hago pocas veces.

No me digas pequeña ... no me gusta -- volví a colocar mi mirada sin sentimientos que tanto destacaba en mi , el solo dijo que si no debería estar cuidando a los animales de la granja y esta vez yo fui la que hizo una mueca , pues hoy solo quería olvidarme de mis responsabilidades solo por unas horas ya que no siempre debía estar a cargo de los animales , aunque la verdad es que la mayoría de la veces o casi siempre me escapo de mis deberes ; el tomo mi libro y lo arrojo , esta vez mi mirada sin sentimientos se volvió una de ira , odiaba que tiraran los libros --- Runyon Flamsteed... no hagas eso de nuevo --- dije viendo el libro muy lejos y en el suelo-- y si se defenderme ... y de paso ¿ quien puede ser capaz de atacarme ? -- me queje por su comentario, mientras me acercaba a recoger uno de mis muchísimos libros favoritos, para luego mirarlo mal --- si no fueras mi amigo te hubiera lanzado mi Shuriken en la frente --- dije dándole un pequeño golpe con los dedos en su frente, algo muy peculiar y que definitivamente nos gustaba hacer a los dos es fastidiarnos siempre que podíamos , definitivamente parecemos hermanos; note de nuevo que se molesto un poco y sonreí .

Comencé a caminar, ya no estaba molesta , y dirigí la mirada al fortachon que se habia quedado allí parado y de seguro maldiciendo tener una amiga tan molesta , reí por debajo y luego solo le hice una señal para que comenzara a caminar --- ¿y entonces estas aqui de vacaciones eh ?--- dije sonriendo--que bien--

Seguimos caminando , mientras conversábamos un poco ,ya que hace tiempo que no hablábamos , lo mas extraño de todo es que justo cuando pensaba en el me lo encuentro caminando por mi distrito , que extraño. Caminábamos sin decir mucho y disfrutando de la naturaleza del distrito.

Mientras todo aquello pasaba ella solo se limitaba a sonreír con ternura, como si fuera un pan dulce; ella siempre hacía eso cada vez que trataba de que no me enojara y bueno, sí, le funcionaba, no lo iba a decir en voz alta pero tampoco me iba a engañar a mí mismo. Negué con la cabeza de forma divertida al observarla y darme cuenta de que el truquito nuevamente estaba haciendo efecto en mí. Sin embargo pude ver que si sonrisa se convertía en una mueca casi idéntica a la que yo había puesto segundos antes gracias a que yo le había dicho “pequeñaja”. Esa había sido mi meta, ver esa mueca en su rostro ya que sabía que si presionaba demasiado podía sacarla de sus casillas solo por decirle “pequeña” o sus derivados. Cuando hojeé su libro sin cuidado alguno su mirada se convirtió en ira pura. Que si las miradas fueran cuchillos en ese mismo momento estaría bastante herido o muerto, aunque ella no usaría precisamente los cuchillos, sino que sacaría una de esas armas pequeñas pero peligrosas en las que era todo una experta: los shiruken. Que ella mencionara mi nombre y mi primer apellido solo hizo que soltara una carcajada bastante ruidosa.

- Tranquila, tranquila, Rebecca – le dije al tiempo en que ella me arrebataba el libro de las manos y yo lo soltaba sin reclamar – No dije que no fueras capaz de defenderte, sé que puedes hacerlo pero no con estos libros – le conteste, guiñándole un ojo – Cualquiera podría atacarte – contesté a su pregunta, encogiéndome de hombros. Después su mano se dirigió a mi cabeza, pude notarlo antes de que levantara la mano, aunque no hice nada para detenerla; lo que hubiera echo con cualquier otra persona. A ella le permitía cosas que a otras personas no – Me gustaría verte intentarlo – dije con aire ofendido aunque en broma.

Rebecca empezó a caminar y la observé un poco hasta que me hizo una seña para que caminara a su lado, así lo hice, alcanzándola al instante gracias a que mis zancadas eran grandes. Seguí caminando y hablando a paso lento, sin preocupaciones y mirando una que otra vez los demás puestos. Hacía bastante tiempo que no visitaba el Distrito 10 y por lo tanto hacía tiempo que no veía a Rebecca.

- Si así queremos verlo… se podría decir – dije con ironía ante su pregunta de si estaba de “vacaciones” – Supongo que tú también ¿cierto? – pregunté, sabiendo que ella tenía muchas tareas en casa pues era hija única y su único familiar era su padre – Siendo que sacas el tema a colación… ¿has perfeccionado tu tiro con esas armas mortales? Creo que para ahora ya debes lanzar los shiruken con los ojos cerrados - pregunté con una sonrisa

Off: Cambié un poco el post porque Runyon no tiró el libro al suelo xD Solo lo hojeó bruscamente xD

Te refieres a la Shurikens ... si --reí-- si he perfeccionado mi tiro .... he practicado mucho -- sonreí--- oh bueno ya que estas aquí ..te puedo usar como tiro al blanco --- reí a carcajadas de ver cambiar su cara de una sonrisa a algo impresionado; Runyon es el único que sabe como es mi personalidad , pues soy igual que una Shuriken ,linda y pequeña pero mortal. Seguíamos caminando tranquilamente , hasta que escuche la voz de mi padre llaman dome , hice una mueca de desagrado y le hice una seña a Runyon para que me siguiera, pero esta vez no caminábamos , si no al contrario, corríamos.

Nos alejamos un poco , pero de todas maneras estábamos cerca de la plaza respire profundo y después de eso solo me limite a decir -- casi me encuentra... eso me pasa por estar escapando de mis tareas !-- sonreí-- y ya que estas aquí ...¿ que quieres hacer ?


Mire de nuevo el cielo esperando que no lloviera , quería disfrutar mi día de "vacaciones" , y también tratar de olvidarse de algo que la tenia muy preocupada toda la semana.

Vio un gran árbol cerca de ellos y solo se aproximo para sentarse un rato--¿ bueno no has dicho que quieres hacer ? o ¿si quieres hablar?-- pregunte tranquilamente , dejando el libro al lado y sacando mi pequeña shuriken para jugar con ella; otras de las cosas que hacia siempre, cuando hablaba o leía , es jugar con la shurikens , eso se volvió una de mis muchas mañas .

Sabía que de alguna forma había escapado de sus deberes y me empezaba a preocupar que se fuera a meter en problemas, pero decidí dejar eso de lado. La conocía bastante bien para estar enterado de la mayoría de sus deberes, los cuales eran bastantes y –en mi opinión- sobrecargados para una chica de 15 años. Empezaba a recordar aquel día que me había ofrecido a ayudarle para que su carga fuera menos, había sido uno de esos locos días en que había amanecido de buenas y había ido al Distrito 10, donde me había topado con Rebecca, quien estaba trabajando. Al final había terminado arrepintiéndome de haberme ofrecido porque esos trabajos no eran para mí. Lo mío era entrenar y estar rodeado de armas, no ayudar a cuidar animales.

- Me gusta escuchar que has practicado – le comenté con una media sonrisa, la cual cambió cuando me dijo que podía usarme de blanco ya que estaba de visita. Bueno sí, estaba impresionado y con mi cara lo había dejado muy claro. Para el tiempo que tenía de conocerla cualquiera diría que yo ya no debería lucir sorprendido; desde el primer día en que la había conocido Rebecca había dejado entrever a esa niña que podía parecer una muñeca pero que era letal. La clara imagen de un dicho: “No juzgues a un libro por su portada”. No iba a negarlo, ante mis ojos la chica había pasado por una debilucha pero una vez que había cruzado palabra con ella me había dado cuenta que era todo lo contrario y por eso me caía tan bien – Lamento decepcionarte pero no creo que eso llegue a pasar – le contesté, uniéndome a sus carcajadas.

De pronto otra voz conocida se escuchó por la plaza, llamando por Rebecca; era su padre y también le conocía pero solo lo había tratado superficialmente. Aquella había sido la señal para empezar a correr por la plaza como unos críos que huían de una de sus travesuras. Por fin nos detuvimos pero no salimos del todo de la plaza, ya que ésta era bastante amplia.

- Veo que te has vuelto toda una rebelde – le dije con tono sarcástico cuando la escuché hablar de nuevo. Después la vi acercarse y sentarse en un árbol de manzanas que estaba cerca al mismo tiempo que me preguntaba qué quería hacer. Antes de contestarle fui hasta el árbol y observé las manzanas, algunas todavía estaban verdes y solo unas cuantas estaban suficientemente buenas para ser ingeridas, sin embargo estaban en las ramas altas. Sin pensarlo dos veces empecé a escalar con agilidad, tratando de subirme a las ramas gruesas ya que sabía que las delgadas no aguantarían mi peso. Antes de lo pensado tenía dos manzanas rojas entre mis manos y las guardé en mi bolsillo para empezar el descenso. Al final me quedé sentado en una rama del árbol solo a un metro del suelo - ¿Qué tal si me enseñas esas habilidades que dices tener? – pregunté con una sonrisa al observar que ella traía un shiruken en sus manos – Por cierto ¿Quieres una? – le dije, ofreciéndole una manzana.

Vi como Runyon se acerco al árbol de manzanas , pero no fue para sentarse , esta vez escalo el árbol y supongo que para tomar una de las manzanas ; mi suposición fue muy acertada pues eso es lo que hizo , lo observe mientras bajaba de allí aunque solo se quedo en una de las ramas que estaba a la altura de un metro mas o menos . No se porque pero por unos momentos recordé cuando Runyon me ayudo una vez hacer todos mis deberes , el no es el chico al cual -a mi parecer- no se le puede pedir favores; pero creo que ese día estaba de buen humor, recuerdo que me ayudo en todo , en ese momento lo considere como un buen amigo.


Escuche lo que dijo sobre enseñarle mis habilidades , lo cual me causo un poco de gracia , se que antes de conocerme mejor , pensaba que era una niña débil , pero le demostré lo contrario ; aprendí a lanzar Shuriken cuando tenia 7 años, ya que encontré una por casualidad en el mercado , aunque nunca tome eso como algo serio , cuando conocí a Runyon fue que tome las habilidades en combate en serio , pues me sorprendí mucho de sus habilidades con los cuchillos y me sorprendí tanto que lo tome a el como un ejemplo a seguir.


Claro que te mostrare mis habilidades --sonreí-- y si quiero una manzana--- mire el árbol de manzanas , me levante de donde estaba cómodamente sentada , di unos pasos a tras y luego solo observe muy bien una manzana que aunque era verde , era la mas lejana que se encontraba en el árbol.

Bien ... tomare esa manzana que esta a varios metros sobre ti ... y sin tener que escalar el árbol --sonreí alardeando un poco--- con los ojos cerrados... así sera mas divertido ! -- sonreí y luego cerré mis ojos di otro paso hacia a tras y tome mi pequeña Shuriken , en mi mente recordaba donde estaba la manzana para acertar exactamente en el tallo de la manzana y poder derrumbarla del árbol . Ya estaba lista para arrojarla y inmediatamente lo hice , lance la shuriken , el cual paso cerca de Runyon y luego le dio justamente al tallo de la manzana la cual callo al suelo--- bien.. y que te parece --sonreí--

Esperaba que Rebecca tomara la manzana de mis manos en cualquier momento, al fin y al cabo se la estaba ofreciendo, por eso había arrancado dos manzanas del árbol. Sin embargo empezó a decir que me enseñaría las habilidades que había adquirido con el tiempo y esperé a que empezara a lanzar la shuriken al tronco del árbol, pero como siempre tenía que sorprenderme con otra cosa. Rebecca se levantó del lugar donde estaba sentada y se alejó unos cuantos pasos hacia atrás y en vez de mirar al tronco de árbol dirigió su vista hacía las ramas y a las manzanas.

- ¿Qué vas a hacer, Rebecca? – pregunté con un tono de curiosidad ya que sinceramente no sabía que demonios estaba haciendo ahí parada sin hacer nada más que mirar las ramas, pero no tuve que preguntar más porque ella empezó a hablar y a decir que tomaría la manzana que colgaba de una rama que estaba varios metros sobre mí, y eso lo haría sin tener que escalar el árbol. Por pura curiosidad alcé la vista y localicé la manzana de la que estaba hablando, después volví a mirar a Rebecca, esta vez con una ceja en alto ya que había hablado alardeando, lo que significaba que iba a ser un buen show. Pero cuando escuché que lo iba a hacer con los ojos cerrados porque iba a ser más “divertido” empecé a dudar, tampoco quería la shiruken encajada en mi cuerpo, si es que ella fallaba – Espera, Rebecca… no creo que… - empecé a decir, tratando de que parara pero había hablado demasiado tarde, ella había cerrado los ojos y antes de que supiera cómo, la manzana ya estaba en el suelo, la shiruken había pasado cerca de mí pero no me había herido. Sin pensarlo dos veces bajé de la rama en donde me había sentado y fui a recoger la manzana que estaba en el suelo, la cual deposité en la mano de Rebecca y después le di una palmada en la espalda como muestra de que lo había echo bien, bastante bien a decir verdad.

- Podrías haberlo echo mejor – contesté en un tono sarcástico, obviamente jugando – Lo has hecho bastante bien – le dije, ahora si en serio y guiñándole un ojo – Ahora veamos quien tiene la mejor puntería ¿vale? – pregunté, al mismo tiempo que dejaba mis manzanas en el suelo y después sacaba el cuchillo de mi chamarra - ¿Qué te parece tomar ese árbol como blanco? – pregunté, señalando un árbol grueso que estaba a uno 5 metros de distancia – Lancemos nuestras armas al mismo tiempo y veamos quien le da al centro del tronco – la reté con una sonrisa.

El bajo del árbol y luego solo se me acerco para darme una palmada en la espalda y dijo que lo pudiera haber hecho mejor , me sentiría insultada de no ser que conozco muy bien a Runyon y se que solo bromeaba.Me miro con una sonrisa y luego me felicito, vi que tenia la manzana en la mano y solo tome mi linda arma mortal de nuevo---dame la otra manzana que tienes--reí pues no me gustaban las manzanas verde y la que había cortado era verde, el me dio la otra manzana y solo sonreí .

Después me reto para ver quien tiene mejor puntería , inmediatamente me acorde de algo que paso hace tiempo cuando conocí a Runyon ; estaba en el distrito 2 , acompañando a mi padre -como siempre-por asuntos de negocios se puede decir;estaba muy distraída paseando por allí y pensando en que a ese distrito le faltaba mas....naturaleza ,pensaba en eso hasta que observe a un chico quien lanzaba cuchillos a un tiro al blanco , me extraño la manera en que se divertía haciendo eso , y peor la cara de amargura con la que me vio, en ese momento pensé en lo extraño que era ese chico , y eso me agrado de el, Mi recuerdo solo duro pocos minutos porque seguí escuchando a Runyon y su idea de alardear un rato su habilidad con los cuchillos.


Mire a mi amigo con una sonrisa y luego dispuse a mirar el árbol --esta bien ..veremos quien gana -- sonreí , esperando a ganar para alardear un poco , aunque siendo clara eso es casi imposible ya que Runyon es muy bueno , aunque lógicamente la shuriken no pesa tanto como un cuchillo así que podría llegar primero , pero con la gran habilidad de mi amigo se que perderé.

vi el árbol y luego tome mi shuriken -- bueno a la cuenta de tres te parece ?--sonreí -- uno...dos..tres -- lance la Shuriken , y note como Runyon también lanzo su cuchillo , y luego corrí a acercarme para ver el resultado , y el ganador, lo que mire no me sorprendió mucho , su cuchillo estaba en el medio del tronco grueso del árbol y mi shuriken se encontraba justo a su lado-- bueno ganaste esta vez Runyon --sonrei-- aunque la próxima vez ganare yo ... como dicen el alumno supera al maestro ... pues querido amigo pronto te superare --reí--