Casting de Trent

Personaje elegido:
Trent Mellark

Razón por la que quieres este PJ:
Me ha gustado el personaje, su historia y me gustaría tomarlo para poder desarrollarlo bien

Prueba de Roll:

Me había levantado temprano por la mañana, no había podido dormir bastante la noche anterior por culpa de unos malditos sueños que no dejaban de molestarme, una vez que lograba dormirme saltaba de la cama por la misma pesadilla que se repetía una y otra vez, no lo entendía muy bien... solo estaba en un desierto, o al menos eso es lo que parecía, hacia calor, demasiado, notaba como el sol se volvía cada vez mas intenso sobre mi cabeza y luego veía como el suelo de tierra increíblemente seca, tanto que estaba rasgada en miles de pedazos, se iba tiñendo lentamente de un rojo intenso, eran pequeñas gotas que caían una por una pronto me daba cuenta que era mi nariz, la razón de mi goteo, pero una vez que llevaba la mano a mi cara sentía un dolor horrible que me hacia apartarla de inmediato, una vez que quería volver a llevar mi mano a mi rostro sentía la humedad de la sangre y una irregularidad en toda mi piel e instantáneamente sentía como completamente todo mi rostro parecía haber sido cortado miles de veces, tanto que sentía cada corte con el tacto... luego de eso una explosión en sangre en mis manos y devuelta a la realidad, jadeando y tocando mi rostro para comprobar que todo eso no haya sido real.

Mi ganas de continuar en la cama eran pocas y por eso estaba tan temprano fuera de la cama, incluso antes de que mis padres despertaran, y ellos generalmente eran los primeros en levantarse. Pensaba contarle a mi padre sobre el sueño, el era un experto en eso, sabia como calmar hasta la peor de las pesadillas... los años le dieron ese don y aun recordaba como desde pequeño el primero que estaba junto a mi cama para calmar mis pesadillas era el. Estaba ahora en la cocina de mi casa, estaba todo oscuro y silencioso, no quería romper ese clima por lo que solo tome un vaso con agua y me fui directo al living donde me recosté en el sillón a mirar el techo, quizá el duro sillón y el frío de la mañana me quitarían esa pesadilla de ensima. No pasaron mas de dos minutos que escuche un sonido de platos moviéndose en la cocina, seguramente era mi madre, cosa que comprobé al escuchar su voz seguida de la de mi padre... ambos estaban despiertos. Me levante dispuesto a entrar a la cocina pero algo me detuvo en el acto... la voz de mi madre no era la misma, de echo nunca la había escuchado asi y mi padre estaba mas silencioso de lo normal.

-Vendran por ellos, ahora que los Juegos volvieron ellos serán el primer blanco en su lista, uno de los dos tendrá que ir... PEETA! me estas escuchando!?- Mi madre termino gritando no como un regaño como solía hacer... sino mas como en búsqueda de una respuesta, con desesperación, seguramente mi padre estaba en shock y por eso no se lo escuchaba.
-No pueden llevárselos... Katniss... no pueden- Esas fueron las únicas palabras que escuche salir de la boca de mi padre.
-Uno de los dos tendrá que ir Peeta... de eso estoy segura- La voz pareció quebrarsele como el cristal a lo que escuche rápidamente el movimiento de la pierna artificial de mi padre... todos decían no poder oírla, pero yo sabia perfectamente cuando el estaba caminando por ese leve chirrido que al parecer yo era capaz de escuchar y los demás no. Deduje que se estaban abrazando y por eso había escuchado el mover de mi papá, preferí no entrar a la cocina, con la mismo silencio que me mantuve oculto me fui, en eso era bastante hábil... desaparecer sin hacer un ruido, era algo que había aprendido de mamá, ya que sabia que mi padre era un ser incapaz de quedarse en silencio.

Apenas quede fuera del rango de audición de mis padres me fui corriendo a mi habitación, cerré la puerta detrás de mi. Respiraba con algo de agitación y solo me deje caer apoyado contra la puerta hasta quedar sentado en el piso, mi vista se había perdido completamente. Todo lo que había escuchado significaba una cosa... era muy probable que me mandaran al sacrificio, todas esas historias de mis padres podrían volverse parte de mi ahora... y luego de aquella pesadilla el ver sangre de verdad y de otra persona me revolvía el estomago. -A menos que... Katleen puede ir, ella debe ir a los Juegos, no yo... ella debe ir a los juegos del hambre- Mi voz sonó desorientada en la oscuridad de mi habitación, Katleen debería ser la que vaya a los juegos, ella estaba mucho mas preparada que yo, sabia mas cosas, como cazar... y yo apenas podía hacer algo.

Los días pasaron y yo mantuve mi pequeño secreto de haber oído aquella discusión, lo que Katleen se entero días después, yo ya lo sabia ni siquiera a ella le había contado que uno de los dos iría a los juegos... aunque ella tenia el mismo derecho que yo de saberlo al mismo tiempo. Me sentía culpable, no solo por no haberle dicho nada a Kat... sino porque ademas, mi deseo de no ir a los juegos se había cumplido, milagrosamente, la elegida para ir fue Katleen. Ese día todo parecía estar de luto, como celebrando una muerte antes de tiempo, mi padre no hablaba, mi madre prefería no decir una palabra... mi hermana estaba completamente anonadada, no había escuchado tanto temor en su voz desde hace mucho. Sentía como mi interior se iba comiendo así mismo de a poco, como mi corazón, mis pulmones, mi estomago, todo se iba contrayendo por la culpa y la cobardía que había tenido al desear que mi hermana fuera la asesinada. Sentía un vacío profundo y un nudo en la garganta que apenas podía contener. Cuando pude ver a Kat lo primero que hice fue abrazarla... ella también lo hizo, pero lo sentí mas como un "adiós" que como uno de esos abrazos que solía darme de hermana protectora que tanto odiaba ya que no me gustaba que me tratara como el pequeño aunque lo fuera. -Vive Katleen, porfavor, vive- Fue lo único que pudo salir de mi boca, ni mas, ni menos. -Si no llego a volver...- Comenzó pero la interrumpi enseguida abrazándola aun mas fuerte -Volveras! Debes prometerme que volverás y harás hasta lo imposible por estar aquí devuelta, porfavor Katleen, porfavor- Mi nudo en la garganta no me permitió hablar mas, no quería llorar frente a ella, pero la culpa, la tristeza, el desprecio hacia mi, indicaba que en cualquier momento lloraría... o rompería algo. Kat no dijo nada, se quedo callada y solo me abrazo con la misma fuerza con la que yo la abrazaba.[/center]