Es bueno volver a verte [Asherit O'conell]

Una de las cosas que sin duda mas me gusta es viajar al Capitolio, es tan… grande, tan como yo, que era imposible que no me sintiera bien aquí. A pesar de que me encanta y no cambiaria por nada la vida tranquila del distrito doce, aprovecho a más no poder mis viajes ocasionales al Capitolio, disfrutando de lo que la ciudad me ofrecía, la calidez de la gente, las tiendas de moda, las visitas a algunos conocidos y por que no conocer nuevas personas .

Bajando de la estación con una simple y gran bolsa de viaje, comencé a caminar por las calles, disfrutando del clima calido y agradable de la ciudad, correspondiendo a las sonrisas o saludos de las personas que pasaban, siempre tan agradables las personas del capitolio. Miraba ocasionalmente por las vitrinas de las tiendas por las que pasaba, entrando a una que realmente llamara mi atención. Ese era un conflicto mío, en cuanto a la moda soy muy exigente y no cualquier cosa me gusta.

Seguí caminando por las calles sin saber muy bien que hacer, sabia por que había venido aquí, pero no sabia muy bien donde encontrarlo. Cuantas veces había venido al Capitolio, cuantas veces había recorrido las tiendas del lugar, pero mi cabeza era un torbellino en estos momentos, tenía demasiada presión sobre mi espalda y no era fácil lidiar con ella. La vida de los hijos de mis amigos, mis amigos también estaban en de alguna manera en mis manos, mis diseños podrían suponer un cambio a favor de los chicos de mi distrito, mis chicos.

Tenía en la mente todos los bocetos que ya había creado para cada uno de ellos, en el caso de que fueran elegidos, que yo aun seguía rogando por que no fuera así. Sabia la importancia de una buena vestimenta haría la diferencia, además de que era mi oportunidad de ser conocida ante la gente del Capitolio como una gran estilista, pero a que precio seria esto. A ver matarse entre ellos a mis niños Mellark, eso era algo que no estoy muy segura de soportar.

Entre en varias tiendas buscando las mejores telas para que mis diseños fueran más impactantes, creó, comprando las que me convencían y optando por buscar en otro lugar cuando no cumplían con mi exigente búsqueda.
Después de entrar y salir de tiendas y ya con unas cuantas bolsas de compras a mí alrededor, me senté en una banca cerca de la plaza, mirando a la gente pasar.

Asherit había pasado un buen tiempo en el Capitolio pero le faltaba algo por hacer... ¿Salir de compras? Por supuesto, tendría que ir al Centro y así lo hizo. Nada como salir y entrar en las tiendas... mirar, probar, sentir y comprar ropa, zapatos ¡lo que sea! Pues ya era tiempo de actualizar su armario, en definitiva.

Asherit compraría todo lo que se le plazca pues lo necesitaba, además comenzaría a trabajar y aún no estaba completamente lista, aunque la idea de los juegos del hambre no le parecía, era su deber y no podía fallar. Luego de buscar y rebuscar en todas las tiendas del centro quiso tomarse un ligero descanso, fue a comprarse un helado de chocolate con chispas de colores.

En eso decidió dirigirse hasta unas bancas que se ubicaban cerca de la plaza, junto con su helado y unas que otras bolsas de compras. Mientras se acercaba a la banca pudo observar a una chica que desde lejos se le hacia muy conocida, se trataba de su gran amiga Kendall, hacía mucho que no pasaba tiempo con ella ni la veía en algunos lugares donde se encontraba hasta ahora, quizás por que las dos tenían tiempos muy escasos.

En eso se acercó hacia la chica que tanto extrañaba. ¡Kendall! Hasta que por fin nos encontramos, ¿dónde te habías metido? Sonrió con dulzura y la abrazó para luego darle un beso en la mejilla como saludo.

En realidad a Asherit le había hecho mucha falta y esperaba que no tardaran demasiado luego para verse de nuevo, le daba gusto poder estar con ella nuevamente pues ya hacía mucho que no la veía. Luego de saludarla se sentó a su lado. ¿No está ocupado verdad? Bueno espero que no por que no planeo levantarme de acá hasta que hablemos, pues te he echado de menos.

Comió de su helado y volvió a sonreír, ella era una de las muy pocas estilistas con quien se la llevaba bien, pues el trato de Asherit hacia las demás era muy indiferente. ¿Quieres? Le ofreció de su helado mientras dejaba a un lado las bolsas de compras que tenía.

Luego de escucharla, sonreír y darle de su helado Asherit procedió a colocarse de medio lado en el asiento quedando de frente a su amiga para comenzar a platicar con ella por un rato. Bueno en realidad si está algo lejos, pero tu distrito también lo está eh... por lo que veo venimos con el mismo fin. Sonrió con picardía y le dio otra probada a su helado.

Mientras recordaba los viejos tiempos con Kendall pero sin antes responder a lo que le había preguntado a la pelirosa. Pues si, como que el destino nos quiso unir nuevamente... Soltó una pequeña risa al comentar aquello y suspiró. Pues he estado bien, pero algo preocupada... ya sabes, por los juegos del hambre. Asherit no estaba de acuerdo con ello pero amaba su trabajo.

Esa idea de que los chicos fallecieran por que sí, era tan absurda y patética, el enviar a quien sea al azar a matarse entre sí... solo esperaba el momento en el que dejaran de permitir aquello. Retomando lo comentado por Kendall suspiró nuevamente mirando al piso y luego hacia ella. En cuanto a lo que he estado haciendo últimamente, pues nada importante que digamos, he ido a los bares como de costumbre a tomarme unos tragos, comprar y ya sabes estoy pendiente de los bocetos que he tenido en mente.

Últimamente Asherit no había tenido un día interesante, algo que contar o simplemente ver a alguien tropezarse, sus días han transcurrido en una simple monotonía abrumadora Entonces... ahora mejor cuéntame tú ¿qué has hecho? ¿cómo has estado y con quién? De nuevo soltó una risa, hacía mucho que no se reía ni un poco, no había tenido el momento de estar con algún conocido y compartir un rato, pero de seguro ésta no sería la última vez.

Asherit mientras seguía comiendo de su helado y platicando con su gran amiga, comenzó a pensar en hacer una fiesta en su casa e invitar a varias personas para pasar un buen rato, o en definitiva salir a hacer algo diferente junto con Kendall y unos cuantos amigos más, le urgía escapar ya de la monotonía pues ésto la hacía ponerse de mal humor y de vez en cuando hasta deprimida por no hacer más que lo mismo.