Cásting para Andrej Odair

Personaje elegido:
Andrej Odair

Razón por la que quieres este PJ:
Sinceramente, me ha gustado mucho la historia de Andrej. Me ha costado mucho decidirme entre los cannon, ya que también me hubiera gustado optar por otro más. Sin embargo, siempre he fantaseado con la historia del hijo de Annie y Finnick. No voy a decir que creo tener calidad, o experiencia suficiente, sólo me guío por lo que me inspiran los personajes.

Prueba de Roll:

“La gloria de Panem” todavía recordaba la risa que le provocó dicha noticia. De nada habían servido tantísimos años de lucha. Muertos y más muertos que durante setenta y cinco años habían perdido la vida en una matanza televisada. Incluso sus historias como mártires se habían reducido a ceniza. Ya no eran nada más que otros tantos cadáveres en los cementerios de cada uno de los trece distritos. ¿De qué había servido la rebelión? El Capitolio les había vuelto a dar una lección sobre su grandeza y poder. El Sinsajo sólo era una mancha en la brillante historia de Panem. Los rebeldes se habían convertido en débiles, inútiles como los demás. ¿Todos?

Si algún día había conseguido que Annie, su madre, tratase de llevar una vida normal, todo cambió en el momento en el que la muerte de Paylor inundó los medios de comunicación. Se sentía insegura, pero no la culpaba. Andrej sabía perfectamente cómo había sido la vida de Annie Odair desde su conversión en tributo. La Arena la hizo caer. Y Finnick la hizo vivir. Nunca podría expresar con palabras el orgullo que sentía hacia su padre, había aprendido a respetar la figura que representaba, creció con él sin importar su temprana marcha. A pesar de que ella nunca lo dijera, sabía que su madre se derrumbaba cada vez que lo miraba a los ojos, porque no veía a su hijo, veía a Finnick. Andrej era una tortura diaria para Annie, por lo que siempre había intentado alejarse, cuidar de ella desde la distancia. Y es que, no existía nadie más importante que Annie Odair en su vida.

Por la reacción de su madre, supo lo que vendría a continuación. No pasó mucho tiempo hasta la confirmación de unos nuevos Juegos del Hambre. Temió con toda su alma que su apellido fuera una razón suficiente para hacerlo entrar en la arena, pero éste significó un envió directo al trabajo como mentor. No lo podía creer. Entrenaría año tras año a niños para después verlos morir. ¿Cómo podían hacerle algo así a su familia? Annie había convertido su habitación como único lugar donde vivir, de nada servía intentarla hacerla salir. Pero no se iba a rendir. Desde aquél momento reunió toda la información posible sobre Los Juegos del Hambre, vio una y otra vez los juegos que sus padres ganaron, el Tercer Vasallaje de los Veinticinco le sirvió para convencerse de que nunca debería subestimar al Capitolio, eran capaces de cualquier cosa, ya nada los detendría.

Desde que tenía memoria, la costa del Distrito 4 se había convertido en el lugar perfecto para efectuar sus maniobras de escapismo. Todavía era temprano, pero conciliar el sueño se había convertido en una tarea imposible desde el primer momento en el que el apellido Odair estuvo nuevamente en la lista de mentores. En sus pensamientos sólo transcurría la misma historia una y otra vez. Niños inocentes enviados a una matanza mientras el resto de Panem no podía atisbar palabra. Ni si quiera se libraría de que el nombre de sus futuros hijos estuviera en las urnas de selección de tributos. Divisó a lo lejos un barco de mercancías, por lo que supuso que el turno de trabajo estaba a punto de comenzar. Se deshizo de sus zapatos y se remangó ligeramente el pantalón, después, comenzó a caminar por la orilla mientras el mar mojaba sus pies descalzos.

Recordó cada una de las muertes que había visto grabadas. Recordó la cara de Annie tras ser proclamada vencedora. Recordó al Sinsajo y sus consecuencias. No estaba preparado para ello, claro que no. Sólo quería ser otro chico más del Distrito 4, olvidarse de los Juegos y vivir como realmente quería hacerlo. Pero ese no era su destino. A lo lejos el sol se puso, ¿realmente iba a permitir que su padre hubiera muerto en vano? Tenía que luchar, salir adelante. El Capitolio le había puesto un reto que tendría que superar para demostrarle su valía. No era un niño asustado. Era un hombre. Tomó una larga respiración, cerrando los ojos. Lo haría por Finnick.

#Casting Aceptado
#El Staff te a considerado un miembro perfecto para interpretar este PJ
#Bienvenido!