Nice to see you again {Trent Mellark}

Ese mismo día había viajado al Distrito 5 junto con mi padre, no sabia muy bien que debía hacer el pero al levantarme por la mañana me ofreció viajar al 5 y yo no me opuse, no me dijo nada al respecto de porque iba a ir allí y yo no me tome la molestia de preguntarle, solo sabia que tendría que dejarme solo un par de horas ya que no podía acompañarme a donde el iba a ir. Es no me molestaba, de echo siempre tenia algo para hacer en los distritos mientras estaba solo, conocía a varias personas en todos los distritos, hasta tenia amigos en ellos pero siempre me gustaba conocer mas gente, generalmente solía hacer "sociales" con los comerciantes o la gente que estaba por la Plaza, compraba algunas cosas y finalmente terminaba por entablar una conversación con ellos que quizá duraba toda la tarde mientras la persona hacia su trabajo... o quizá me hacia algún amigo de mi edad, aunque no siempre solía ver chicos.

Antes de partir con mi padre, mi madre nos dio a ambos unos dulces, algo que sabia que a ambos nos mataba del gusto... recordaba cuando ellos me contaban que cuando eran jóvenes, de mi edad mas o menos, no tenían dulces que comer... casi ni tenían que comer. Desde ese entonces me imagine lo que seria una vida sin comer chocolate, algo que realmente amaba, debía ser horrible, por lo que siempre que salíamos para algún Distrito y ella nos daba dulces solía guardarlos para luego dárselos a alguien que no tuviera... mi padre desde que empece a hacer eso también lo hace conmigo, aunque cada tanto guardamos uno para cuando estamos en el tren.

A penas llegamos mi padre se despidió de mi en la plaza y tomo el sentido contrario, yo me dedique a pasear por la plaza de un lado a otro, no tenia un rumbo fijo, ya hacia mucho tiempo que no venia al 5 habían cambiado varias cosas de lugar por lo que no se me hacia fácil encontrar lugares familiares. En mi trayecto me detuve a comprar en un puesto de algodones de azúcar, había dado la bolsa de caramelos de mi madre a un pequeño que estaba vagando por ahí, no parecía muy bien alimentado... me hubiera gustado darlo comida a que caramelos pero la verdad era que no llevaba demasiado dinero en ese momento, al menos le había dado algo. Tenia para un algodón de azúcar por lo que me detuve en la fila para comprar tenia una chica delante mio que al parecer aun no estaba decidida a irse hasta que el hombre hablo. -Que tal?- Dije con voz alegre y una media sonrisa y saque de mi bolsillo el dinero y lo deje sobre el puesto. -Quiero un algodón de azúcar por favor, uno pequeño- El hombre asintió sonriéndome y acepto el dinero y a cambio me entrego un algodón de azúcar, uno de los mas pequeños, no quería empalagarme demasiado ya que solía hacerlo rápidamente. En ese momento me gire y me di cuenta que la chica que estaba frente a mi aun no se había corrido del todo, lo que ocasiono que nos chocaramos. -Oh! disculpa, no fue mi intención...- Al verla su rostro me resulto familiar, muy familiar, y cuando eso pasaba significaba que conocía a esa persona... pero había estado por muchos distritos ya y no recordaba a todos y mas haciendo tanto tiempo que no venia al 5. Junte las cejas mirando a la chica y la señale con mi dedo indice analizando su rostro para recordar su nombre. -Yo a ti te conozco... se que te conozco, soy Trent Mellark... no se si tu recuerdas- Dije mirándola esperando una respuesta, quizá ella recordaba algo o simplemente no recordaba nada lo cual seria posible aunque generalmente cuando alguien me resultaba familiar realmente no me equivocaba.

Había arrancado un buen pedazo de mi algodón de azúcar, había sido bastante grande por lo que no pude evitar que un pequeño pedazo me quedara pegado a un costado de mis labios, no fue muy difícil solucionarlo una vez que tenia el algodón en mi boca con mi lengua hice que el pequeño resto que había quedado fuera se pegara en mi lengua rápidamente y lo metiera en la boca sin inconvenientes. A veces parecía algo atropellado comiendo... no solo algodón de azúcar, sino con todo, pero no podía evitarlo... eso obviamente era objeto de gracia de muchos en el Distrito 12 cada vez que salia y compraba algo de comer en los puestos y me sentaba en algún banco a disfrutar de lo que había comprado. Como era normal que casi todos en el Distrito 12 me conocieran, muchos a veces se paraban a saludarme y como esperaba se llevaban alguna risa cada tanto por el espectáculo de verme comer. No me ofendía ni mucho menos me molestaba, de echo me reía con los demás cada vez que sucedía, como era normal en mi tomaba todo a chiste, y la risa para mi era lo mejor que podría escuchar en los demás... no sabia si hacia algo bien, pero al menos con hacer reír a los demás, quizá podía aliviaran la nueva realidad que había comenzado... el retorno de los Juegos del Hambre, ya que desde el día que todos supieron que volvían, el Distrito 12 ya casi no se lo veía sonreír.

Alce una ceja al escucha lo que decía, tenia buena memoria, pero tampoco tanta... a veces recordaba y a veces no, generalmente con tantos nombre y rostros en mi cabeza quizá solo recordaba las ultimas personas que había visto y como el 5 ya había sido un distrito que hacia mucho que no visitaba, ya ni recordaba los locales que habían en la Plaza. Sonreí de lado mirándola -Hace bastante que no visito el 5, casi estoy perdido, han cambiado algunas cosas- Dije viendo hacia ambos lados alzando los hombros. -Aunque algo si recuerdo, y es que te he visto antes... eso si nunca olvido algún rostro, por algo tu cara me es familiar- Sonrío de lado observándola mientras me llevaba otro pedazo de algodón de azúcar, ahora un poco mas chico, a la boca.

También le extendí mi mano correspondiendole el saludo, pensando como si fuera un nuevo comienzo, pero al hacerlo fue como volver a vivir un momento y al escuchar su nombre mi mente se refresco recordando cunado la había conocido, no un día muy diferente a este, caminaba junto a mi madre por el Distrito 5 habíamos venido porque mi madre quería hacer una visita y yo la había acompañado como siempre para visitar nuevos lugares. Caminábamos por la plaza y nos separamos unos minutos ya que me había quedado viendo un puesto de artesanías, recuerdo que eran bastante lindas, eran figuras muy bellas y el vendedor me había contado que las hacia pura y exclusivamente por placer, como si fuera un hobbie. Al momento de decirle mi nombre el hombre mayor había quedado bastante sorprendido, el había vivido en la época de los juegos, y recordaba muy bien a mi madre y a mi padre, luego me regalo una estatuilla para que la colocara en mi sala, era un pequeño Sinsajo en pleno vuelo... estaba muy lindo y seguramente a mi madre le encantaría, le agradecí y le diría que lo colocaría en medio de la sala. Al momento de irme una pequeña niña me choco mientras caminaba, casi tiraba mi estatuilla, pero la tenia bien agarrada. La niña se disculpo bastante avergonzada y ahí fue cuando apareció su hermana quien la regaño por andar corriendo y chocando a la gente... esa era Kay, quien se presento de la misma manera, estrechándome la mano. -Kay! ahora recuerdo bien, recuerdo a tu hermana, ¿Como están? Me alegra volver a verte, pensé que no reconocería a nadie luego de tiempo sin venir- Comente viéndola, al parecer algo le inquietaba al verla y supe suponer que era lo que tanto pensaba... no habia que ser adivino, todos ya estaban enterados que un hijo Mellark estaba condenado a los juegos y obviamente eso era lo que tanto veia... yo podía ser ese Mellark condenado, la venganza del gobierno contra mis padres era que perdieran a uno de sus hijos y si yo era elegido para ir, era obvio que se quedarían sin un hijo... yo no era como Katleen, ella era la que tenia posibilidades de ganar, por eso tampoco me preocupaba por prepararme, estaba resignado a que si era elegido no pasaría de la cornucopia... seguramente me haría volar por los aires con alguna mina para poder morir rápido y no ser asesina lenta y dolorosamente por algún otro.

Me gustaba esa sensación de sentir el algodón de azúcar desintegrarse en mi boca como si fuera espuma, ademas ese sabor dulce enseguida me recorría a penas el algodón de azúcar se había disuelto. Otro pedazo fue a parar a mi boca, no era demasiado grande pero aun así tuve que ayudarme con mi lengua para que entrara todo, era gracioso saber que el pedazo era grande pero luego dentro de la boca al desintegrarse era apenas una pequeña porción. Me quede mirándola como si esperara algo... tenia bastante afinidad con la gente del distrito 5 y muchas de esas personas también tenían una buena afinidad conmigo, quizá porque realmente les caía bien o simplemente porque era el hijo de "La chica en Llamas" y "El chico del Pan" personajes históricos de Panem, a veces me permitía pensar en si todas esas personas que me trataban bien lo harían si fuera hijo de otra persona... quizá si algunas, tal vez no otras, era un misterio que quizá nunca podría resolver ya que aunque le preguntara a a alguien "¿Me seguirías tratando de la misma manera si no fuera hijo de Peeta y Katniss?" sabia que la respuesta siempre seria "si" "claro que si" "¿porque no?" o cualquier cosa que no arruinara mi manera de ver a los demás... a veces molestaba saberlo, saber que quizá... todo era una enorme farsa y que las risas, el cariño, el afecto, eran un simple producto de la fama de mis padres. Aun así prefería pensar que todo eso era mentira, olvidar el echo que mi apellido era Mellark y simplemente ser Trent, que me traten como Trent y no como "el menor de los Mellark".

Era pintor... al igual que mi padre, podía contar con los dedos de mi mano las personas que sabían de esa habilidad heredada, ya que no me gustaba mucho mostrar mis "dibujos" a pesar de que mi padre dijera que eran buenos y que debería mostrarlos a las personas. Lo mismo sucedía con el canto, una de las habilidades heredadas de mi madre, quizá con esta podía contar a las personas que lo sabían con una sola mano ya que cantar en publico no era algo que me gustara hacer. Aun así, de esas varias y otras mas habilidades que había heredado, seguramente ninguno me serviría en el campo de batalla si era elegido, quizá si para camuflarme... pero no podría sobrevivir estando camuflado todo el tiempo... Katleen era la que había heredado la habilidad de supervivencia, de caza, la fuerza, la resistencia, yo apenas podía recolectar verduras sin resultar envenenado... y odiaba comer verduras. Así que tampoco sabia que era lo que le interesaba tanto a la gente de mi... Katleen debería ser la que mayor atención tuviera ensima, ella era el clon de Katniss, la cazadora, la valiente, quizá algo mas hacia que la gente se fijara en mi.

La mire con una media sonrisa y asentí sin trabas -Muy bien... estamos bien, supongo que ya debes saber todo lo que se murmura sobre nosotros, te confirmare los rumores.. si, cabe la posibilidad de que me queden unas cuantas semanas de vida- Dije con una risa, temía por dentro, esa era una realidad, pero a la vez no podía tomarme a mal todo lo que iba a ocurrir... no estaba en mi dejarme caer por sentimientos entrecruzados, mejor reír que llorar... y mucho mejor reír si te queda poco tiempo de vida, debía disfrutar lo ultimo que me quedaba si llegaba a ser elegido. -Pero dentro de todo estamos bien, mis padres no mucho, pero no hay nada que podamos hacer solo esperar a ver cual de los dos sera el que asesinen primero- Si, no solo cabía la posibilidad de que uno de nosotros muriera en estos primeros juegos del hambre luego de mucho tiempo, sino que también estaba la posibilidad de que el próximo año volviera a ser electo alguno de nosotros para tributo, y no veía el porque no, de todas las historias que había escuchado de mi padre y mi madre sobre el capitolio podía estar seguro de que si safaba de los juegos este año, el próximo no lo haría. -Pues al principio no, solo recordaba tu rostro, visito varios distritos y tengo muchos nombres ensima pero los rostros siempre los recuerdo- Comente con una risa llevándome otro bocado del algodón de azúcar, casi estaba por terminarlo, no sabia si era porque era pequeño o porque comía de a grandes pedazos... quizá uno de cada cosa.