Estelas en el cielo {Libre}

por **Dimitri A. Daspien** Mar Mayo 01, 2012 12:24 am

Vagando lentamente, el aire asotaba los poco arboles que yacían en el Distrito a casi desertico numero 13. No era nada raro sentir el edor del grafito a una gran distancia cuando estabas en la plaza central, pero combinado con unos cuantos riachuelos, en verdad era algo exquisito.
La noche enmarcaba perfectamente la tierra, dando un brillo peculiar pero a la vez familiar en esta zona, donde todo era "tranquilo" hasta hace unos dias en que Galloway había anunciado que los Juegos regresarian... Ahi fue donde todo el ambiente se volvio tenso y lleno de melancolia. La tempratura subia, la noche se hacía con más penumbra y los ruidos se silenciaban para poder oir un par de pasos los cuales se introducian a una pequeña embergadura la cual se abria con un portazo, al aprecer era un pasaje desde la plaza central hasta al pequeño bosque que estaba sumergido en la oscuridad.
Las huellas quedaron grabadas en la tierra, dejando ver zapato de hombre, las ramas golpeteaban de aqui alla, y fue ahi dondé un rayo de la luna llena, se postro sobre aquella silueta, dejando caer su estela de luz sobre el, cayendo directamente a los ojos, brillando más de la cuenta.
Aquellos ojos grisaceos, llenos un toque turquesa, esa piel blanca y su rostro afilado casi perfecto, denoto enseguida que se trataba de aquel muchacho llamado... Dimitri..

Sentí como la luz de luna perfectamente llena inundaba mis ojos, dando con sus estelas directamente en mi pupila, formando una ligera cegera que hizo que me pusiera mucho más alerta. Nunca se sabe si el capitolio te pudiera estar viendo, o simplemente oliendote asi que era mejor estar preparados.
Una vez que mi vista siguio su rumbo, pude divisar aquel riachuelo que brillaba como si fuera parte del cielo, lleno de estrellas brillantes y varias estelas de luz que surcaban sus olas con tal elegancia que hacía que mi rostro sonriera en un segundo y que por un momento me olvidara de todo, absolutamente todo.
Me quite las botas que durante un tiempo me pesaban como la vida, pero con el tiempo me había acostumbrado y ahora pesaban ... nada. Las deje a la orilla del riachuelo y meti mis pies en el; El agua esta helada y templada a la vez, mi mente orbito fuera de mi cuerpo y sentia como viajaba entre esas olas llenas de estrellas. En un segundo no aguante más y me quite mi pantalon y mi camiseta, quedando unicamente en interiores blancos. Me introduje al agua lentamente y mi cuerpo se impregno de esa sustancia estelar, y empezó a resplandecer junto con las estrellas.
Me sumergi un par de veces, para remojar mi cabellera, dejando en mis labios ese ligero sabor a dulce y amargo. En un segundo deje mi cuerpo estatico en el agua, con la cintura para abajo metida en el agua y mi torso estaba desnudo brillando con intensidad. Mire las estrellas pensando en mi futuro, en lo que me depararia... Los juegos se acercan, pero por alguna razón esa no es mi preocupación... Siento que mi vida sera arrebatada si oigo otro nombre en la cosecha, el mio... no importa se cuidarme y hasta tal vez pueda ganar, pero si oigo ese nombre, ese nombre mi vida se vendra abajo...

Los halos de la luna golpeaban en las debiles ramas de los arboles, lo cual hacia que estan danzaran al ritmo del viento. El cuerpo de Dimitri estaba estatico, deseando entrar en calor y a la vez en un frio eterno. Pero todos sabemos que solo se puede hacer una cosa... y Dimitri lo sabía y tal vez ya lo haya decidido..

por **Asherit O'conell** Vie Mayo 04, 2012 2:01 pm

Buena noche para salir a la plaza central y dibujar algunos diseños. Asherit caminaba hacia la plaza del distrito 13 junto con un lápiz y papel, era una noche relajante, mientras caminaba sobre la tierra un poco húmeda podía oír el sonido de unos que otros animalillos, como el de los grillos saltar por el lugar emergiendo con rapidez con ese sonido tan peculiar.

Sus manos se aferraron al papel que llevaba consigo, pues el viento helado se notaba furioso, pues pasaba con muchas fuerzas tratando de mover todo aquello que estuviese a su paso, por suerte Asherit no dejó que aquel viento enfurecido se llevara con él sus papeles para realizar nuevos diseños que al ver el paisaje en ésta noche fría se reflejaban en sus ojos para plasmarlos en su mente.

Mientras seguía su camino pudo observar de lejos una banca frente a un hermoso riachuelo que se iluminaba a luz de la luna y reflejaba en él todo lo que estuviese a su alrededor. Se acercó lo más posible para luego sentarse en el de piernas cruzadas y comenzar a dibujar... pero, su mirada se volvió tan penetrante al observar el agua y las olas que se elevaban con facilidad, era tan relajante y hermoso poder observar aquello hecho por la naturaleza.

¡Pero esperen! Había algo más ahí... veía unas botas, un pantalón y una camisa, definitivamente eran de un chico, hasta que al contar los 3 segundos pudo ver el torso desnudo de un chico que se sumergía en el riachuelo que brillaba junto con las estrellas y la luna llena que se quedaban estáticas en el lugar.

Soltó sus papeles para acercarse, al riachuelo, se quitó sus zapatos pues no quería que se mojaran más mientras miraba sus hojas deslizarse junto con el viento hasta detenerse en un árbol. Se encaminó hasta el riachuelo y sonriendo gritó: Hey... como que te gusta mucho el agua. Miró fijamente al chico esperando a que se volteara así se daría cuenta de quién es aquel chico con dorso perfecto que se sumerge en el riachuelo en la noche por placer.

Dio unos cuantos pasos más para sentir el agua y la arena llegando a sus tobillos, estaba muy fría pero comprendía el por qué aquel chico entró en ella, pues las ganas de entrar a nadar por un rato eran completamente irresistibles, Asherit tenía ya bastante tiempo que no lo hacía y en realidad le provocaba de vez en cuando lanzarse al riachuelo y disfrutar de la noche junto con las olas, la luna y las estrellas que se reflejaban en él.

por **Dimitri A. Daspien** Vie Mayo 04, 2012 11:33 pm

La luna resplandecía con fuerza, dejando caer su belleza en aquel claro que brillaba con tal magnificencía que era casi ridiculo obervar.
Todo el lugar se ensordecio y solo era las pequeñas olitas que golpeaban ante todo las que se escuchaban palpitar con cada embestida, como si quisieran acabar de un golpe ante cualquier cosa no importara que cosa fuera ella no se dentendría aunque eso significara que saldria rechazada con fuera, pero aun así volvio a tomar otro impulso y embestía con mayor furia... practicamente era exactamente como Dimitri era... una ola que embestía sin oportunidad de dar tregua.

[...]

El golpeteo de las pequeñas olas hacían que mis bellos se erizaran al ritmo de su movimiento, llendo y viniendo al son que me imponía el riachuelo. Mi vista seguia centrada en aquella imponente luna que me irradíaba una seguridad casi nata, como si fuera mi destino estar siempre bajo los halos de la brillante bola de nieve.
En un segundo mi mente se disipó de cualquier pensamiento en el cuál se mantenía sumergida al oír que alguien me llamaba, o al menós creo que me hablaban a mi. Así que mi cuerpo da media vuelta y veo a una chica rubia quien estaba descalza, sintiendo el agua tocar apenas un poco más arriba de sus tobillos, viendo en ella una ligera mueca de sonrisa la cuál por alguna razón hizo que en mi rostro se enmarcara una pequeña sonrisa la cuál me servía para decir "hola".

Supongo que somos dos

Termino aquella frase y camino lentamente hacía la orilla y me dentengo a un par de metros delante de la chica, sin salir del agua, con medio cuerpo metido en el cristal liquido sintiendo como mi piel regresaba a la normalidad y las estelas de luz se centraba ahora en la pelirubia que había captado mi atención, al ver aqui, a esta hora y aun así me hablaba como si fuera cualquier conocido. Cosa que me gusta que haga la gente, ya que no soy del todo amigable, ella había dado el primer paso y eso para mi era más que suficiente.

Es bueno saber que no soy el unico que disfruta de esta perfecta noche... Soy Dimitri un placer

Termine mi frase de presentación, y me di cuenta que aun mi torso estaba desnudo y brillaba ligeramente gracias a las pequeñas gotas que seguían deslizandose entre mis pectorales y mi abdomen, dandome un ligero toque como si mi cuerpo fuera hecho de grafito lo cuál hacía que mi piel centellara como si mi cuerpo fuera hecho de una estrella misma.

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